martes, enero 14, 2014

El Romanticismo Negro.


Johann Heinrich Füssli (Henry Fuseli), 
Satan Starting at the Touch of Ithuriel's Lance, 1779
Galería Estatal de Stuttgart

El año pasado el Museo d'Orsay realizó un viaje por el lado oculto de nuestras almas, un viaje a través de nuestros miedos de nuestro lado más irracional, y a la vez un viaje fascinante en el cual nos confrontamos con nosotros mismos y con aquello que ocultamos, obviamente el viaje es un reflejo de cómo el movimiento romántico impulsará toda una corriente que confundiéndose con el Surrealismo ha llegado hasta nuestros días, estamos hablando del Romanticismo Negro.

Johann Heinrich Füssli (Henry Fuseli) 
The Nightmare, 1781
Detroit Intitute of Arts

El texto que a continuación nos ayudará a comprender este movimiento y sus implicaciones pertenece a la presentación de la exposición, un texto claro y conciso que recorre los momentos claves de este universo nacido a finales del s. XVIII y que en seguida cautivó el imaginario colectivo en su gusto por lo macabro y lo oculto, en el que competirían tanto pintores como grabadores, escultores y literatos.

Johann Heinrich Füssli (Henry Fuseli) 
The three witches, 1783
Royal Shakespeare Company Collection

Francisco de Goya, 
Escena Caníbal I, 1795-98
Musée des Beaux-Arts et d’Archéologie de Besançon

Francisco de Goya, 
Escena Canibal II, 1795-98
Musée des Beaux-Arts et d’Archéologie de Besançon

Johann Heinrich Füssli (Henry Fuseli)
Sin Pursued by Death, 1796
Kunsthaus Zürich

Francisco de Goya, 
Vuelo de Brujas, 1797-98
Museo Nacional del Prado, Madrid 

En la década de 1930, el escritor e historiador de arte italiano Mario Praz (1896-1982) puso de relieve, por primera vez, en su libro "La carne, la morte e il Diago nella letteratura romántica", la vertiente negra del romanticismo, señalando así mismo una extensa parte de la creación artística que, de 1760-1770, explota el lado de oscuridad, de exceso y de irracional, disimulada tras el aparente triunfo de las luces de la Razón.

Este universo se construye a finales del siglo XVIII en Inglaterra, en las novelas góticas. Una literatura que seduce al público por su afán por el misterio y lo tétrico. Las artes plásticas pronto no se quedan atrás: los universos terribles o grotescos de muchos pintores, grabadores y escultores, de toda Europa, rivalizan con aquellos de los escritores: Goya y Géricault nos confrontan a las atrocidades absurdas de las guerras y de los naufragios de su época, Füssli y Delacroix dan cuerpo a los espectros, brujas y demonios de Milton, Shakespeare y Goethe, mientras que C.D. Friedrich y Carl Blechen proyectan al público en paisajes enigmáticos y fúnebres, a imagen y semejanza de su destino.

William Blake
The Great Red Dragon and the Woman Clothed with the Sun, 1803-5
Brooklyn Museum

Johann Heinrich Füssli (Henry Fuseli)
Mad Kate, 1806-1807
Frankfurter Goethe-Haus - Freies Deutsches Hochstift

Caspar David Friedrich
Das Friedhofstor, 1825-30
Kunsthalle Bremen

Eugène Delacroix
Méphistophélès dans l'air, illustration de Faust, 1828
The Cleveland Museum of Art

Carl Friedrich Lessing, 
Felslandschaft, Schlucht mit Ruinen, 1830
Städel Museum, Frankfurt am Main

Caspar David Friedrich
Meeresufer im Mondschein,1836
Hamburger Kunsthalle

John Martin
Pandæmonium (Milton, Paradise Lost), 1841
Musée du Louvre
A partir de la década de 1880, constatando la vanidad y la ambigüedad de la noción de progreso, muchos artistas reanudan con la herencia del romanticismo negro, orientándose hacia lo oculto, reanimando los mitos y explotando los descubrimientos sobre el sueño, para confrontar al hombre a sus terrores y sus contradicciones: el salvajismo y la perversidad oculta en cualquier ser humano, el riesgo de degeneración colectiva, la angustiosa extrañeza del día a día revelada por los cuentos fantásticos de Poe o de Barbey d’Aurévilly. En plena segunda revolución industrial resurgen así hordas de brujas, esqueletos riendo con sarcasmo, demonios informes, Satanes lúbricos, magas fatales... que traducen un desencanto provocador y festivo, de cara al presente.

William Bouguereau
Dante and Virgil, 1850
Colección Privada

Gaston Redon
Monument funéraire entouré de montagnes, 1853-1921
Musée d'Orsay, Paris

Félicien Rops
Le Sphinx, 1878-1881
Musée provincial Félicien Rops

Paul Gauguin, 
Madame la mort, 1890-91
Musée d'Orsay, Paris

Eugène Grasset, 
Trois Femmes et Trois Loups, 1892
Paris, Musée des Arts Décoratifs

Franz von Stuck
Die Sünde, 1893
Neue Pinakothek, Munich

Franz von Stuck
Der Kuss der Sphinx, 1895
Colección Privada

Cuando, tras la Primera Guerra Mundial, los surrealistas hacen del inconsciente, del sueño y de la embriaguez, los fundamentos de la creación artística, dan el último toque al triunfo del imaginario en base a la realidad y, así mismo, al propio espíritu del romanticismo negro. En el mismo momento, el cine se ampara de Frankenstein, Fausto y demás obras maestras del romanticismo negro que se instala definitivamente en el imaginario colectivo.

Levy Dhurmer
Méduse, dit aussi La Vague furieuse, 1897
Musée d'Orsay

Alphonse Mucha, 
Le Gouffre, 1898
Musée d'Orsay

Franz von Stuck
Die wilde jagd, 1899
Musée d'Orsay

Carlos Schwabe, 
Der Totengräber und der Todesengel, 1900
Musée d'Orsay

Julien Adolphe Duvocelle
Crâne aux yeux exorbités, 1904
Musée d'Orsay

Serafino Macchiati
Il Visionario, 1904

Léon Spilliaert, 
Digue de mer, Ostende, reflets de lumière, 1908
Musée d'Orsay

1910, Fotografía

Paul Dardé, 
Eternelle douleur, 1913
Musée d'Orsay

Salvador Dalí, 
Ballerina as a Skull, 1932
Colección Privada


+ Información:

El ángel de lo extraño. El romanticismo negro de Goya a Max Ernst


9 comentarios:

julianen dijo...

magnifico post, tan currado como de costumbre pero la información gráfica me ha sorprendido porque la mitad de los archivos eran desconocidos para mi

Galderich dijo...

Lástima que cuando estuve en París este verano no pudiera visitar la exposición. Tampoco vi el catálogo en su librería. Las imágenes y sobretot su relación entre ellas, impresionante.

Anónimo dijo...

Cuánto de nosotros hay en ese mundo romántico, onírico, oscuro? Mucho. Irli descubriendo es uno de los mayores placeres del arte.

Leopold Estapé dijo...

Muy buena selección. Estuve este verano en París y me fue imposible poder visitarla.

El Deme dijo...

Imágenes perturbadoras, cuerpos y muerte, belleza y decrepitud, amor y miseria, todo mezclado, en el fondo es el reflejo de la condición humana: hay algo fascinante en el final de la vida, esa cosa de Bécquer de morirse para ser definitivamente feliz.

Uno dijo...

Uy qué estupendo, cuántas cosas que tenía por ahi desperdigadas has juntado en mi cabezota. Magnífica entrada.

J. Bonell dijo...

Simplemente fantástico! Sólo una pequeña pega... No has incluido a Alfred Kubin en tu selección!! Por cierto, una recomendación literaria que enlaza con el tema del romanticismo negro: EL ALMA ROMÁNTICA Y EL SUEÑO de Albert Béguin.

Saludos y gracias por estos posts :)

Joaquinitopez dijo...

Como siempre soberbia entrada y diría que necesaria desde el punto de vista de que esa realidad artística suele ser a menudo obviada cuando no directamente eliminada de cualquier estudio serio. Los monstruos del sueño de la razón siguen siendo ignorados.
Un abrazo

Sébastien Paul Lucien dijo...

El unico y el verdadero romanticismo es negro, profundamente negro !